Capítulo 226

La esfera de llamas blancas acabó transformándose en un óvalo parecido a un tifón. Sólo había sido un poco más grande que un balón de fútbol, pero gracias al poder con el que la Muerte de la Trascendencia la había cargado, se convirtió en algo mucho más grande en este momento.

¡Thud! ¡Thud!

Las llamas blancas se elevaron hacia el cielo y pronto se dividieron en decenas de esferas. Luego, cayeron al suelo. ¿El objetivo? La Tierra Sagrada del Árbol Divino. Por supuesto, los elfos inconscientes y desprevenidos se convertirían inmediatamente en cenizas en el momento en que esas esferas ardientes golpearan el suelo.

“¡Urk!” Davey tosió y se limpió la boca. Cuando sacudió la mano para quitarse la suciedad de la palma, pudo ver una sustancia roja que salpicaba el árbol cercano.

“Bondad. Mi preciosa sangre”.

Poco después, Davey lanzó al aire la Muerte de la Trascendencia sin vacilar.

—¡Gyaaa! ¡Un objeto tan precioso!

“No podré usarlo durante un tiempo”.

Al fin y al cabo, un bastón no era más que un bastón. Además, Davey no podría usar su magia elemental, ya que casi todo su maná se había agotado. En pocas palabras, no podría usar el bastón durante su lucha con Yggdrasil.

Cuando la Muerte de la Trascendencia entró automáticamente en su Espacio de Bolsillo, Davey sacó a Red Ribbon y a Blue Ribbon. Luego, blandió su espada hacia las esferas de llamas blancas.

—¡¿Davey?! La espada básicamente usa maná elemental…

“Cuando se trata de maná, no existe el maná malo. Todavía tengo mi maná oscuro conmigo”.

El corazón de Davey funcionaba en ese momento con un sistema similar al de un motor. Los círculos de su corazón hacían que la mayor parte del maná fluyera por sus venas y circulara por su cuerpo antes de volver al corazón. Para que Davey pudiera utilizar la magia elemental, tenía que introducir el engranaje del maná elemental, colocarlo en los círculos de su corazón y, a continuación, hacer circular el maná por su cuerpo.

El problema ahora era que la mayor parte del maná elemental de Davey se había agotado. No tenía suficiente maná para blandir sus espadas. Para compensar la falta de maná, Davey no tuvo más remedio que traer un sustituto del maná elemental. Eligió el maná oscuro, que era extremadamente similar al maná elemental.

El aire que rodeaba a Davey cambió cuando la energía de la espada negra surgió de las espadas en sus manos.

Las dos espadas tenían el mismo poder amenazador que la espada divina, pero eran más letales para el Árbol del Mundo. Davey estaba muy seguro de que las dos espadas en sus manos también serían un duro oponente para el Árbol del Mundo.

El Árbol del Mundo se distanció de Davey y utilizó su poder para arrebatar o bloquear las esferas de llamas blancas que caían sobre la Tierra Sagrada del Árbol Divino.

La idea de que un árbol atrapara y bloqueara las llamas que lo quemaban todo era ridículamente absurda. Sin embargo, el Árbol del Mundo era el Árbol del Mundo por una razón. Su poder iba más allá de la imaginación de cualquiera. Creó gruesas hojas para cubrir las esferas ardientes antes de devorarlas rápidamente.

Por supuesto, Davey no era de los que se quedaban mirando cómo se desarrollaba la situación.

“¿Crees que te dejaré en paz?”

¡¡¡Thud!!!

El suelo crujió y tembló cuando Davey dio un paso adelante. En su mano estaba Red Ribbon, cuya espada temblaba por su peso.

[Espada Larga Oscura, Separando las Montañas]

¡¡¡Slash!!!

En lugar de la energía roja y azul habitual, las espadas de Davey disparaban energía negra. La energía era tan oscura y sombría que podía congelar fácilmente el aire a su alrededor. Corrompía todo a su alrededor.

Algunas de las ramas del Árbol del Mundo se extendieron para proteger la Tierra Sagrada del Árbol Divino, pero fueron rápidamente cortadas por las espadas de Davey.

[¡¡¡Imprudente!!!]

Yggdrasil gritó y miró a Davey con fiereza. Al mismo tiempo, decenas de gruesas y pesadas ramas salieron disparadas para presionar a Davey.

Desgraciadamente para ella, todo estaba arreglado.

¡¡¡Slash!!!

¡¡¡Swoosh!!!

La espada de Red Ribbon tembló contra la resistencia de la barrera, pero no pareció surtir efecto.

[¡¿Creíste que romperías fácilmente la barrera que he creado?!]

Sin duda, la barrera estaba resistiendo, pero Davey tuvo que preguntarse cuánto tiempo podría durar. Aunque la barrera pudo sobrevivir fácilmente a la primera andanada de ataques, y no hubo respuesta a la continua ofensiva de Davey, finas grietas empezaron a cubrir la delgada y resistente barrera. Entonces, empezó a resquebrajarse.

¡¡¡Crack!!!

Tal vez Davey había sido bueno distrayéndola, porque el Árbol del Mundo no logró impedir que cayeran todas las esferas ardientes.

Con una enorme explosión de llamas blancas, la barrera se vino abajo. Un fuego feroz comenzó a devorar el gigantesco Árbol Divino.

¡¡¡Thump!!!

¡¡¡Thud!!!

Algunas secciones del gigantesco árbol siguieron ardiendo hasta que las llamas blancas se extinguieron. Esas secciones quedaron totalmente calcinadas.

Con la barrera rota, la Tierra Sagrada del Árbol Divino no tenía forma de salir indemne de los ataques de Davey. Originalmente, las esferas de llamas blancas deberían haber golpeado el Árbol Divino y toda la Tierra Sagrada. Sin embargo, Yggdrasil pudo arrebatar muchas de las esferas ardientes y recibió el daño ella sola.

“Rinne, prepara la flota Decepticon para atacar. El objetivo es el cuerpo principal del Árbol del Mundo. No tengan piedad y bombardeen con todas sus fuerzas”.

“Cumpliendo órdenes”. Rinne asintió con los ojos azules.

[El Cerebro Mayor ha dado la orden. Capitanes de flota, agoten toda su potencia de fuego y…]

Un círculo apareció sobre la cabeza de Rinne. Inmediatamente creció en tamaño y comenzó a girar ferozmente.

[Corten el árbol gigante.]

¡¡¡Thump!!!

Los golems, que estaban todos a la espera, agotaron toda su munición para atacar el Árbol del Mundo.

***

La Tierra Sagrada del Árbol Divino era el lugar de nacimiento de todos los elfos. El bosque que sus habitantes apreciaban y amaban entrañablemente se había derrumbado y quemado tras perder toda protección. La tierra estaba recibiendo la peor parte del ataque de Davey.

El terror se apoderó de los elfos, que gritaron y corrieron para salvar sus vidas.

¡Slash!

Usando a Red Ribbon para cortar los árboles que bloqueaban su camino, Davey dijo: “Sabes, esto se siente como si yo fuera el Rey Demonio que está aquí para destruir la paz en la tierra”.

No era una sensación muy agradable.

“¡¡¡Todos!!! ¡Tiren sus arcos y maten al intruso! ¡No debemos dejar que ponga un pie en nuestra Tierra Sagrada!”.

Cientos de flechas cargadas con el poder de los espíritus volaron hacia Davey junto con los interminables gritos de los elfos. Las flechas volaban feroces y amenazadoras, apuntando a las brechas en las defensas de Davey.

Aun así, Davey no se desvió de su camino. Siguió caminando hacia las flechas que se acercaban. Entonces, clavó la espada de Red Ribbon en el suelo.

¡Boom!

Sin vacilar, Davey vertió una enorme cantidad de poder en la espada y creó una espesa energía de espada.

¡Bang!

La sobrecargada energía de la espada negra explotó en un instante, rompiendo todas las flechas. Su impulso tampoco disminuyó. Viajó aún más lejos para atacar a los que habían enviado las flechas volando.

¡Boom!

Los gritos resonaron una vez más cuando la flota Decepticon se soltó y envió fuego de artillería para causar más daño.

“¡Gyaaa! ¡¡¡Mi brazo!!!”

“A… ¡¡Ayuda!! ¡¡¡Ayuda!!!

Con la primera línea de defensa derrumbándose instantáneamente, los únicos que quedaban eran los residentes, los elfos no combatientes, que vivían dentro de la Tierra Sagrada del Árbol Divino.

“Co… ¡¡Corre!! ¡¡¡El diablo se acerca!!!”

“¡¡¡Los niños!!! ¡¡¡Llévate a los niños primero!!!”

Los elfos aún tenían el corazón y la mentalidad para proteger a los elfos menores. Los elfos restantes nunca habían luchado en una batalla, pero se aferraron a las armas y se pusieron delante de Davey. Querían ganar tiempo para que los demás pusieran a salvo a los elfos menores de edad.

“¡Bastardo diabólico! ¡No puedes y no pasarás de este lugar!”

Los gritos de los elfos obligaron a Davey a guardar silencio.

—Pfft… pfft, pfft… Realmente pareces un Rey Demonio… Ah, eso no es bueno…

Perserque dejó de sonreír cuando se dio cuenta de que Davey estaba siendo comparado con ella.

Para ser sincero, Davey se sentía fatal.

¡¡¡Shwaa!!!

Si Davey iba a ser llamado el diablo, entonces prefería infundir miedo en estos elfos. Quería infundirles tanto miedo que ninguno de ellos se atreviera a luchar contra él. Sólo así Davey podría evitar que hicieran grandes sacrificios.

Con un destello despiadado de la espada de Davey, la sangre brotó de algunos de los elfos que bloqueaban el camino de Davey.

Aunque los elfos eran más ágiles que los humanos ordinarios, seguía siendo un hecho que eran elfos ordinarios sin ninguna capacidad para luchar. No había forma de que los guardianes de este bosque prepararan un ataque adecuado a pesar de ser su territorio, ya que habían sido barridos por el ataque de Davey.

Los elfos, que presenciaron la caída de sus camaradas, se pusieron rígidos por la conmoción de su situación actual.

[8º Círculo Magia Oscura]

[Miedo]

Era una magia de ilusión que consumía poco maná. Esta magia afectaba enormemente a los oponentes con baja resistencia mágica, sacudiendo sus cinco sentidos y confundiéndolos completamente. Podía hacerlos temer.

El Lich, Grell Orfan, no había sido el único que podía utilizar tal poder.

Los elfos que miraban directamente a Davey se quedaron completamente paralizados de miedo. Sus dientes rechinaron y sus cuerpos temblaron incontrolablemente mientras sus mentes se derrumbaban.

Davey ignoró a los elfos que habían perdido su espíritu de lucha y entró en la Tierra Sagrada del Árbol Divino. Pudo ver que todavía había muchos que no habían evacuado a tiempo.

“Sob… sob…”

En medio del camino, una niña elfa estaba sentada abrazando a un niño elfo mientras miraba asustada a Davey. Eran niños que no habían logrado escapar durante la conmoción de antes. Los dos elfos parecían aún menores de edad.

Por mucho que los elfos apreciaran a sus jóvenes y retoños, algunos decidían valorar más sus propias vidas. Sobre todo después de haber sido víctimas de la magia oscura del Octavo Círculo de Davey. Definitivamente había bastantes elfos que habían elegido proteger sus propias vidas y dar prioridad a ponerse a salvo en este caótico caos.

Prueba de ello era la cantidad de niños elfos que habían sido abandonados por los elfos que habían huido despavoridos. Los elfos adultos habían olvidado por completo su juramento de proteger a sus crías. Y entre estos niños, estos dos hermanos eran los que más destacaban.

Mientras lloraba, el pequeño se aferró a su hermana con mucha fuerza. “¡Hermana… Hermana… Hermana!”

La niña elfa estaba asustada y no sabía qué hacer, pero aun así hizo todo lo posible por consolar a su hermano pequeño. “Está bien… Todo va a estar bien…”

Los hermanos habían abandonado la idea de huir. Tenían las piernas rotas y también se habían rendido. Se quedaron sentados mientras Davey se les acercaba, con los cuerpos temblorosos por el miedo.

Davey pudo ver que los jóvenes elfos iban vestidos con pulcras ropas de época. Al parecer, los elfos eran hijos de un elfo de rango considerablemente alto.

Sólo hubo silencio durante un rato.

La muchacha elfa, presa del miedo, miró a Davey y se inclinó para intentar cubrirse el rostro lloroso. Intentó con todas sus fuerzas que las palabras salieran de sus temblorosos labios. “Por favor… Por favor, perdónanos…”

La chica elfa suplicaba por sus vidas. Suplicaba: “Está bien aunque no me perdones… Sólo por favor… Por favor, perdona a mi hermano…”.

Esta situación era muy diferente. Parecía que la chica elfa había escapado de los confines de la magia.

El [Miedo] era una magia que amplificaba el miedo a perder la vida. El objetivo sería capaz de ver docenas de visiones que mostraban su muerte al encontrarse con Davey, el lanzador de la magia. Tenía un efecto terrible.

Sin embargo, a pesar de estar expuesta a tanto miedo, la chica abrazó con fuerza a su hermano. Se esforzaba por protegerlo de alguna manera.

Davey bajó la espada y se acercó a la niña. Luego, se agachó y le dio unas palmaditas en la cabeza. También curó la pierna herida de la niña con poder sagrado.

La chica, que de alguna manera había escapado de la influencia de [Miedo], miró a Davey con los ojos muy abiertos. Parecía dudosa, preguntándose por qué Davey le había curado las piernas de repente.

“Rinne, ¿ves a alguien cerca? Creo que no veo a nadie”.

“La vista de Davey es muy normal. Rinne lo evalúa muy bien”.

La niña elfa era muy lista, así que comprendió enseguida lo que quería decir Davey. Aunque al principio le costó levantarse, se apresuró a apoyar a su hermano. Luego, corrieron tan rápido y tan lejos como pudieron.

Davey vio que muchos elfos y niños elfos no habían conseguido huir, pero creyó que no había necesidad de matar a quienes ni siquiera podían luchar contra él. Tras lanzar magia de recuperación y curación sobre los heridos, Davey fingió no verlos y abandonó la zona.

***

Contrariamente a las expectativas de Davey, no se veía ni un solo elfo frente al cuerpo principal del Árbol del Mundo.

Davey dijo: “Hmmm. Pensé que habrías juntado muchos y los habrías usado como escudo de carne”.

[No me insultes. No me complace sacrificar a mis hijos.]

Davey frunció el ceño ante la voz de la voluntad del Árbol del Mundo que resonaba dentro de su cabeza.

Al mismo tiempo, una elfa que estaba sentada frente al gigantesco árbol se levantó lentamente y se acercó a Davey. Aunque la elfa era de baja estatura, Davey desconfiaba de ella. Era la primera vez que sentía que una gran amenaza se cernía sobre él desde que había regresado al continente de Tionis.

Ella era Yggdrasil el Árbol del Mundo, no una encarnación que hubiera creado para viajar al exterior. El cuerpo principal del Árbol del Mundo podía comandar y doblegar varios poderes y autoridades a su voluntad. Y la elfa frente a Davey, que no era más que una figura creada por el poder del Árbol del Mundo, era su cuerpo principal.

“Viendo que llevas una túnica, creo que es seguro decir que la maldición sigue aferrada a ti, ¿verdad?”.

[No sabes cuántas vidas han sufrido por este pobre e insignificante truco tuyo.]

“Entonces, ¿dónde están el resto de los elfos?”

[…El destino ha dictado que atacarias este lugar. Tengo que salvar a tantos de mis hijos como pueda de sufrir tus despiadados ataques].

“Si ese es el caso, entonces deberías haber dejado que todos se escondieran desde el principio”.

Yggdrasil frunció un poco el ceño ante la dura crítica de Davey.

“Tus visiones del futuro y el destino… se están volviendo bastante borrosas”.

Yggdrasil permaneció en silencio, prefiriendo no responder a Davey. Era como si hubiera esperado que ocurriera algo así.

Davey apuntó la punta de la espada de Red Ribbon hacia Yggdrasil, que le observaba en silencio. Dijo: “Los dos no podemos huir más. O te mato o muero aquí”.

Yggdrasil tenía un brillo frío en los ojos. Podía ver la corriente de aire negro que envolvía a Davey.

—¿Davey? ¿Qué pasa con la brujería…?

“Todavía no. Espera un poco más”.

“Has buscado este destino. Soy yo o tú. Uno de nosotros seguramente encontrará su fin hoy”.

[El destino ha predicho tu muerte. Sólo estoy siguiendo el flujo del destino que he presenciado. Por eso te juzgaré con todas mis fuerzas].

El aire que rodeaba a Yggdrasil empezó a cambiar. Entonces, los capullos rojos y brillantes que reposaban en sus palmas y colgaban de sus ramas empezaron a florecer.